El 23 de Mayo volvía a la carrera de Mira, de la cuál tengo un recuerdo agridulce del año pasado. Una carrera que sufrí muchísimo, aunque la compañía de mi compañero Óscar lo hizo más llevadero. Tras esta carrera caí mala durante una semana, supongo que el gran esfuerzo físico hizo que mis defensas se tomaran unas buenas vacaciones.
Teniamos una nueva oportunidad de tomarnos la revancha. Un gran grupo de bikers nos dirigiamos a este pueblecito, dispuestos a sufrir y disfrutar en plena montaña. Por supuesto, tampoco faltaría el apoyo incondicional de mi padre.
En el calentamiento, a pesar de tener la compañía de mi gran compañero Balbino, no podía esconder los nervios y estaba ansiosa por que dieran la salida. Ésta sería muy rápida y peligrosa, por lo que deberíamos tener muchos reflejos y evitar las caídas.
Una salida en la que no me encontré demasiado mal. Pero una vez que comenzamos a subir, empecé a encontrar sensaciones malas, en las que no era consciente de mis piernas, a pesar de no ir cansada. Aún habiendome colocado primera en la salida, no tardaría en bajar a un cuarto puesto, que mantendría durante toda la carrera, muy ausente encima de la bici y no disfrutando lo que debiera.
A pesar de que las vistas eran increíbles, contando con bonitas sendas y bajadas técnicas, no logré encontrar buenas sensaciones y llegué a meta muy desmoralizada.
Tan baja de moral que no realicé la segunda vuelta, a pesar de no encontrarme cansada. Un día en el que el cuerpo estuvo ausente y la cabeza no supo estar a la altura. Aún así sumabamos una carrera más. Tocaría seguir entrenando mucho, mucho más. Tendría que tomarme la revancha con Mira el siguiente año. Y lo haré, sin duda.
En el calentamiento, a pesar de tener la compañía de mi gran compañero Balbino, no podía esconder los nervios y estaba ansiosa por que dieran la salida. Ésta sería muy rápida y peligrosa, por lo que deberíamos tener muchos reflejos y evitar las caídas.
Una salida en la que no me encontré demasiado mal. Pero una vez que comenzamos a subir, empecé a encontrar sensaciones malas, en las que no era consciente de mis piernas, a pesar de no ir cansada. Aún habiendome colocado primera en la salida, no tardaría en bajar a un cuarto puesto, que mantendría durante toda la carrera, muy ausente encima de la bici y no disfrutando lo que debiera.
A pesar de que las vistas eran increíbles, contando con bonitas sendas y bajadas técnicas, no logré encontrar buenas sensaciones y llegué a meta muy desmoralizada.
Tan baja de moral que no realicé la segunda vuelta, a pesar de no encontrarme cansada. Un día en el que el cuerpo estuvo ausente y la cabeza no supo estar a la altura. Aún así sumabamos una carrera más. Tocaría seguir entrenando mucho, mucho más. Tendría que tomarme la revancha con Mira el siguiente año. Y lo haré, sin duda.
¡Hasta el año que viene Mira!
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