V Ruta ZMTB. El Provencio 2015

Pues sí, después de un mes sin apenas tocar la bici, comenzaba a pedalear la semana anterior para acabarla en una carrera para disfrutar.

No me había propuesto conseguir ninguna posición, ni subir al podio, sólo dejarme la piel en cada pedalada, ver como reaccionaría el cuerpo y la mente, cómo me podría llegar afectar el calor y sobretodo pasarlo bien e intentar recuperar buenas sensaciones. Y así fue.

Nada más llegar a El Provencio, ya empezaba a disfrutar de compartir de nuevo con el equipo una carrera más, ver caras conocidas, amigos, amigas, muy parecido a las carreras del Circuito de Cuenca aunque estuvieramos unos poquitos menos participantes.

 

Tras recoger el dorsal y preparar la bici, me colocaba en línea de meta, nerviosa e impaciente por comenzar y ver que tal se daba. El calor apretaba ya muchísimo pero los avituallamientos durante la carrera nos ayudarían a solventarlo.

Daban la salida y me colocaba en cabeza de la carrera respecto a las féminas durante los primeros 8 kms, hasta que me dió alcance una chica de Socuellamos muy rodadora acompañada de uno de sus compañeros. Durante toda la carrera ibamos juntas en base a uno o dos minutos de diferencia. Le dí alcance dos veces recuperando de nuevo la primera posición, pero al final, tras adelantarme por última vez y tenerla cerquita, un golpe de mala suerte me hace parar ya que se me había salido la cadena, continuando hasta el final de la carrera con la compañía de un chico de Belmonte, sin terminar de darle alcance.

Aún así, no tenía nada que reprocharme, me había esforzado al máximo, sin notar bajones, llevando genial el calor y sin parar de disfrutar. Además consiguiendo un segundo puesto, ¿qué más se puede pedir?

Además compartiendo una gran mañana con muchísimos bikers de Villarrobledo, destacando la participación de féminas y de mini promesas. Un ejemplo de estos últimos en esfuerzo, motivación e ilusión.

Ahora a seguir entrenando, que el domingo que viene retomamos el Circuito de Cuenca con muchísima ilusión y con el objetivo claro de seguir entrenando y superándome personalmente.

#TodoSuma 

IV Campus CBV "Víctor Arteaga"

La semana del 29 de Junio al 5 de Julio, teníamos una aventura esperando en Ruidera para cuatro monitores y 27 chicos y chicas vinculados al Club Baloncesto Villarrobledo.

Una semana para mejorar en Baloncesto, disfrutar de Las Lagunas y de las diferentes sorpresas que teníamos organizadas. Además de unirnos aún más como grupo, conocer nuevos y nuevas amig@s y disfrutar de una semana de desconexión. A pesar de que sufrimos una gran ola de calor que tuvimos que solventar con mucha agua y aire acondicionado en el hostal Guadiana, muy recomendable por la atención mostrada, habitaciones bien acondicionadas y platos hasta arriba de rica comida que nadie dejaba en los platos.

El primer día todos tuvimos la oportunidad de compartir experiencias y entrenos con Víctor Arteaga jugador del UCAM Murcia de ACB.

Y por la noche ya aparecía la canción que sería bandera del campus... Champúuuuuuuuauuuu de Huevo!!

Pasaban los días y cada vez más formabamos una gran familia, entrenos voluntarios, despertares, entrenos mañaneros, baños en La Laguna, siestas y cucheretazos, entrenos por la tarde, cenas y veladas nocturnas. Disfrutábamos de helados y más juegos para volver locas las cabezas. Además desconectamos con Multideporte el viernes, conociendo nuevos deportes alternativos.

El domingo, día de finales y de reencuentro con las familias, cierre del campus, una pizca de tristeza por acabar esta gran semana y muchísima ilusión para superarlo el año que viene.

Por mi parte, lo dicho ya vía Instagram... 

Un abrazo y ¡nos vemos pronto!

#goCBV #goCantera

Mira... muro psicológico!

El 23 de Mayo volvía a la carrera de Mira, de la cuál tengo un recuerdo agridulce del año pasado. Una carrera que sufrí muchísimo, aunque la compañía de mi compañero Óscar lo hizo más llevadero. Tras esta carrera caí mala durante una semana, supongo que el gran esfuerzo físico hizo que mis defensas se tomaran unas buenas vacaciones.

Teniamos una nueva oportunidad de tomarnos la revancha. Un gran grupo de bikers nos dirigiamos a este pueblecito, dispuestos a sufrir y disfrutar en plena montaña. Por supuesto, tampoco faltaría el apoyo incondicional de mi padre.

En el calentamiento, a pesar de tener la compañía de mi gran compañero Balbino, no podía esconder los nervios y estaba ansiosa por que dieran la salida. Ésta sería muy rápida y peligrosa, por lo que deberíamos tener muchos reflejos y evitar las caídas.

Una salida en la que no me encontré demasiado mal. Pero una vez que comenzamos a subir, empecé a encontrar sensaciones malas, en las que no era consciente de mis piernas, a pesar de no ir cansada. Aún habiendome colocado primera en la salida, no tardaría en bajar a un cuarto puesto, que mantendría durante toda la carrera, muy ausente encima de la bici y no disfrutando lo que debiera.
A pesar de que las vistas eran increíbles, contando con bonitas sendas y bajadas técnicas, no logré encontrar buenas sensaciones y llegué a meta muy desmoralizada.

Tan baja de moral que no realicé la segunda vuelta, a pesar de no encontrarme cansada. Un día en el que el cuerpo estuvo ausente y la cabeza no supo estar a la altura. Aún así sumabamos una carrera más. Tocaría seguir entrenando mucho, mucho más. Tendría que tomarme la revancha con Mira el siguiente año. Y lo haré, sin duda.

¡Hasta el año que viene Mira!

San Clemente 2015

Carrera de la que guardo un gran recuerdo, el año pasado fue la última y logré conseguir por primera vez en el Circuito de Cuenca subir al pódium.

Este año, con ganas de recuperar buenas sensaciones después de Mira y dejarme la piel para conseguir el mejor tiempo posible, nos dirigiamos a San Clemente con la motivación a rebosar.

Iba a ser una carrera especial ya que el RXR Villarrobledo contaba con tres bikers en el cajón, demostrando la ilusión, el esfuerzo y el trabajo que estamos realizando este año.

Conocía el circuito ya que días antes fuimos a reconocerlo, sabía que la salida iba a ser increíblemente rápida y debería coger una buena posición antes de llegar a Rus. No me equivoqué y así comenzó la carrera. Me coloqué en primera posición femenina nada más salir y unos 200 metros antes de llegar a la ermita me dio alcance Tamara que se colocaba primera. Intenté no bajar el ritmo dentro de las posibilidades dado el desgaste de la salida e intentar volver a pillarla.

 

En esta carrera me acompañó Juan Ruiz, no contaba con ello, pero fue un gran apoyo psicológico para lograr un buen tiempo. Ambos ibamos sin cuenta, por lo que andabamos perdidos en los kms y nos haría preguntar varias veces, aún así llegamos de nuevo a Rus, al máximo que daban mis piernas sin poder adelantar a Tamara y consiguiendo de nuevo una segunda posición.

 

Después de respirar unos minutos y beber agua, continuabamos a meta para acabar la carrera completa para Juan y yo obtener dos puntos de bonificación por completar el circuito entero.

Sólo quedaba disfrutar del esfuerzo realizado, de la sorpresa en la llegada de mis amigas (GRACIAS) y de buena compañía, ya que estaría una temporada ausente en las carreras por estudios y trabajo.